Compartimos árticulo de: Almudena García Mayordomo. http://www.trasversales.net/t49almu1.htm El día 28 de abril fui a votar. Me acerqué al colegio electoral sin ganas, sin entusiasmo, dudando entre el nulo, el blanco o la sensatez de decidir entre PSOE o UP. Y voté por UP. No por convencimiento ni por sensatez sino por el horror que me produjo ver a los interventores del fascismo en mi colegio, con Ortega Smith a la cabeza y muy cerca de él a dos personas con las que había compartido campañas, asambleas, manifestaciones…a dos que pertenecían y pertenecen a lo que en su día llamé “ la buena gente de Podemos ”. Por ellos, voté. No por Pablo ni su aparato. Por la noche celebré que podría haber gobierno progresista, de izquierdas o como quieran llamarlo. Celebré que la ciudadanía habíamos evitado el horror. Lamenté también que Compromís, para mí un referente del buen hacer político, sólo tuviera la voz de Baldoví en el Congreso. Sabía que sería difícil que se ll